viernes, 7 de marzo de 2014

Sin que me diera cuenta


Sin que me diera cuenta 

te instalaste en mi vida 

robando sin pudor 

las llaves de mi casa, 

para hacer tuyas mis manos, 

mi boca, 

mis ojos negros, 

para libar las lágrimas 

que arriban a mis labios. 



Sin que me diera cuenta 

hundiste tus raíces en mi 

tierra mojada

y sorbiste los gestos de mis sonrisas nuevas, 

bebiéronse tus frutos 

infames 

las mieles de mi boca, 

profanaste el santuario 

que la madre natura 

erigiera en mis senos. 



Sin que me diera cuenta 

helaste mis ventanas, 

apagaste la fragua en que 

forjaba mis sueños, 

encerraste los pájaros que habitaban 

el bosque, 

esculpiste desdichas 

en mi rostro, 

mi morada y mi lecho. 



Sin que me diera cuenta 

fuiste barriendo huellas, 

envenenaste el agua, 

extinguiste mi fuego, 

contaminaste el aire que respiro 

y mi tierra 

volviste yerma, impura… 

todo lo que había amado 

desterraste al olvido. 



Condenada tristeza, 

te instalaste en mi vida 

y diste muerte a mi alma, 

sin que me diera cuenta.


No hay comentarios: