viernes, 30 de noviembre de 2012

El regalo




Recuerda especialmente el día en que cumplió 13 años, porque ese día sus padres le regalaron su primera guitarra. 
Desde entonces “Aurora” como él la llama, amanece a su lado cada día, le acompaña en su deambular por ciudades, caminos y antros con pretensiones de cabaret. Le canta y le escucha aun cuando a su lado ya no quedan amigos resistiendo alboradas. Le enseña a mirar el mundo desde su alma sonora, le escribe versos, le cura gripes, le transforma los lunares en estrellas, le pinta las paredes de las pensiones de mala muerte en las que recala sin guita para comer… 
Le escribe la rebeldía en las líneas blancas de la carretera y él la va leyendo con las botas sucias de aventuras y cansancio acumulado. Puebla su soledad de susurrados tarareos prendidos a las cuerdas que en este caso no amarran, sino rescatan. Mitiga sus desengaños. Reemplaza sus miedos por sombras chinescas que le provocan risas…

No siempre resulta fácil la vida del solitario trovador de quimeras. Sin embargo, nunca hubiera podido soñar algo mejor…  Jamás imaginó  al desenvolver el lazo azul de aquel regalo, que el misterio que encontraría tras los papeles de colores brillantes no fuera un instrumento musical, sino  la encarnación en olorosa madera, del delicioso nombre de su madre: 
“Libertad”.


lunes, 15 de octubre de 2012

Fascinación





Recostada a la pared; completamente atrapada en la aventura,  

no se percata de la tormenta hasta que los primeros goterones 

empiezan a dejar sus huellas circulares sobre las páginas 

del libro… entonces, descubre con asombro el patio vacío. 

¡Hace ya media hora que se acabó el recreo! 






martes, 9 de octubre de 2012

En un lugar así.




En un lugar así mi alma haría una fiesta. 

Abrigaría una alegría feroz, semejante a un cielo zarco atravesado por golondrinas veloces. 

Treparía ese silencio tenso y oblongo solo para escuchar el murmullo que inventan las hojas al pasar quedamente... 

Y se dormiría por fin, 
en un campo estrellado por infinitas luciérnagas parpadeantes, acunada en palabras susurradas al viento. 

martes, 21 de agosto de 2012

De pájaros y trenes





Sueño que emigro al sur volando sobre los campos.

Me deslizo solemne, elegante, gallardo…  

atravieso andrajos de nubes, expandiendo mi espíritu. 

Mis alas reman cadenciosas  buscando tierras nuevas. 

No hay fatiga capaz de detener este anhelo de llegar 

a  misteriosos bosques 

perfumados de sal y sabia nueva. 

En mis genes palpita la pasión de encontrarlos. 

Acunado en quimeras me duermo en pleno vuelo…



Despierto. El cielo ha desaparecido, y las nubes y el viento…

Ya no soy pájaro, no,  soy un hombre. 

Voy viajando en un tren hacia tus brazos.

El tránsito hasta ti es un largo destierro de soledades turbias

que avanza pertinaz sobre argentas serpientes,

urgente de tus labios, palpitante de gozo anticipado.


Y  como cuando era alado y emigraba…

sé que solo he nacido para hallarte. 

¿Quién dijo miedo?




Se lanza desnuda al vacío del perdón  con los ojos cerrados 

y los dedos cruzados, por si las moscas.

Si el salto sale bien, volará hasta posarse suavemente en 

las rutinas azules, en los instantes de 

serena complicidad y en el agua mansa del placentero 

cansancio compartido.

Si sale mal se estrellará una vez contra los arrecifes y 

después de unos minutos de insoportable 

dolor, quebrada y vencida, el aroma de la muerte guardará 

su secreto para siempre…  

Quizás valga la pena el riesgo. Nunca se sabe.

La casa

(A mi padre, que levantó esa casa con sus propias manos)



No vengas hacia mí prendida en los faldones del recuerdo,
agazapada y muda como paren capullos 
las rosas en los parques,
no vengas con el sol, perfumada de lilas y jazmines,
no regreses al mar de mis ojos cansados y desiertos.

Tu simple aurora fue discreta de naranjas y rojos
ceñidos a mi hogar, que era jardín y arena y mariposas,
eran ayer tus parras y tus muros
refugio de mis juegos y mis lágrimas,
olías a ruda y a cedrón…
estallaban las siestas al estruendo del aire caluroso…
No regreses ahora que me he acostumbrado a no pensarte.

Si ahora vuelves,
si vuelves
con tus paredes grises
a ocupar en mis ratos vacíos de la tarde
el lugar que guardé una mañana antigua
a tu imagen preciosa,
reviviré el dolor del día en que de ti, me arrancaron temblando,
y volveré a morir de tristeza…
volveré a abandonarte
y después,
ya no habrá guarida donde esconder la certeza
de que entonces, te perdí para siempre. 

miércoles, 13 de junio de 2012

Antes de que te vayas...

                  Antes de que te vayas
quiero decirte
que junto a mi lecho aguarda
un libro hermoso
como tú me enseñaste
y que guardo celosa
uno de tus jazmines
en aquella cajita de jabón perfumada



Antes de que me dejes
quisiera poder gritarte
que por fin aprendí
a amar los instantes sencillos,
a disfrutar del sol y de la niebla, 
y a trabajar sonriendo.



Antes de que la muerte nos separe tal vez
quiero enseñarte
cómo suena mi casa
a que huelen mis tardes
cómo sabe el pan blanco
amasado en mis manos.


No quiero que te alejes sin saber
que he aprendido a coser
y que aún salto, a veces, a la cuerda.
No me dejes sin verme
alisando el mantel
apagando las luces antes de ir a la cama.
Por favor, no te vayas
sin haberte sentado a mi mesa,
repleta de tu ausencia,
no te alejes sin más
antes de que te enseñe mi última poesía
esa que es para ti, y
que ni siquiera se acerca a tu excelencia
pero que a veces repito,
y entonces se me llena
la mirada de llanto.


Permíteme que duerma sabiéndote a mi lado
solo por una noche
cuajadita de estrellas.
Deja que te atormente una vez más a preguntas.
Comparte mis recuerdos aunándolos al pozo
de tus propios recuerdos.
Aparece una tarde llenita de sonrisas
y contágiame el llanto
de la alegría intensa con que oficia el reencuentro.


Antes de que la vida decida separarnos
otra vez sin remedio,
unamos nuestras manos recorriendo la senda
que serpea en el monte de una montaña inmensa.
Contemplemos la lluvia de flores
que nos baña cuando nuestras miradas
se encuentran en un punto del ocaso naranja.
Nazcamos a la tierra
con una vida nueva
que comience en el sitio en que nos encontremos
si no por un instante…

Y hagámoslo infinito. Antes de que te vayas.


jueves, 10 de mayo de 2012

Fiebre


No desesperes niña, tras la puerta  espera un carrusel con tres corceles negros. Y bajo la escalera, hay telarañas tejidas para ti como una cuna con perlas de rocío engarzadas al viento.

No tengas miedo, mira, aquella estrella te busca guiñando y repitiendo tu nombre. Brillará para ti toda la noche, vigilará tu sueño sin descanso.
Hay dos palomas blancas… son mis manos, ¿las ves? Mulléndote la almohada tan blandita y arropando tu cuerpo.
La noche expirará, y cuando amanezca, el mal habrá pasado, habrán huido los monstruos y volverás a recorrer la casa, vacía de visiones.

No te rindas… El mar espera tu regreso. Entre las caracolas, me han contado, corre el rumor de que mañana volverás a dibujar caminitos en la arena y a desvanecer con tu soplo feliz arrecifes de espuma…
No llores más, mi amor, los ogros no vendrán, no son más que quimeras que se inventa tu frente, delirios que este fuego dibuja en tus pupilas. No existen, no te pueden tocar. Y si existieran, tendríamos que correrlos a escobazos o a pedradas…

¿Sonríes?,  ¿o es mi imaginación?
Sí, sonríe, por favor, que en tu sonrisa retoñará la luz fugada de tus mejillas.
Derrotarás a los rojos dragones que te acechan… y volverás a descarrilar trenes de carcajadas en medio del rellano.

Así es mejor, descansa, cierra los ojos. Duerme...
 

martes, 8 de mayo de 2012

DE - LU - NES - TREAN - DO


DE – LU – NES – TREAN – DO

La   fUNESta obsesión
de LUcía empezó un vierNES
de LUNa llena, cuando ESperaba
aLgUNa sEñal de Su hombre lobo,
y eL ÚNico indicio que dEScubrió
fue La de UN rastro dE piSadas en el almanaque
que La hUndió eN la cErteza de Saber,
que en realidad, era…
L U N E S

domingo, 6 de mayo de 2012

Espejismo




Puedo amordazar mi alma para que no escuches sus gritos,
inventar una represa que contenga mis lágrimas
aunque mi corazón se ahogue en ellas irremediablemente.
Puedo construir una muralla alrededor de mi dolor,
¡tan alta! que no deje pasar la luz ni escapar las sombras.

Puedo secuestrar cada suspiro,
estrangular cada palabra con sabor a reproche,  
confiscar todo atisbo de tristeza
si eso te hace pensar que así es como perdono.

Puedo fingir la dicha que he perdido
e improvisar deleites de ficción
si ese es tu empeño.

Yo creía  que tal vez el perdón
fuera recoger uno a uno todos los trozos de mi alma
y,  aún desecha en mil pedazos
volvértela a entregar.

Pero soy tan imperfecta que quizás hasta en eso, me haya equivocado.

sábado, 28 de abril de 2012

Bailarina

                                                       


Cual alondra te posas
liviana y frágil,
leve como la espuma sobre el
entarimado,
en tus ojos la música va dibujando estrellas…
oscilas en la niebla, etérea e inconsútil.

Tu cuerpo va esculpiendo
efigies en el aire,
se despliega sensual hasta sus extramuros,
la tristeza aferrada a tus
brazos perfectos
resbala por tu espalda
y se aloja en tu talle.
Sonríes mientras danzas…
y el aire se detiene embelesado a mirarte.

Se demora la luz entre tus manos pálidas
alzadas en místico ademán…
Hay a tu alrededor
una hueste de hadas susurrando poesía.
Agoniza la música.
Comparece el silencio y se adueña del mundo.
Grácil y transparente
se derrumba tu cuerpo en las tablas gastadas,
Y entonces,
ciertamente, 
me recuerdas al pájaro abatido en su nido.

miércoles, 18 de abril de 2012

La niña descalza


La tarde gris pesaba
en mis párpados; lenta
la lluvia se escurría en los tejados;
desierta
la calle murmuraba a las gotas
su letanía monótona de hastío
y de pobreza.
La niña iba brincando
con saltitos de rana,
los pies descalzos,
la trenza
danzando al ritmo de sus saltos
y azotando la espalda.
Levantando el vestido,
las raquíticas piernas embarradas
dibujaban entre el fango y las piedras,
caminitos de agua.
Yo, al verte, he pensado,
chiquitita,
carita de payaso,
¡qué extraña magia ha de tener la lluvia
para que estallen fiestas de gorriones
en tus gestos cansados!
¡qué encanto tiene el agua
en esta tarde plomiza del mes de mayo!

para que olvides tu hambre de pan
por un momento,
y sacies tu sed de juegos entre los charcos.

lunes, 9 de abril de 2012

El rojo como antónimo de sí mismo

 (Artículo elegido por Léptica como introducción de su revista nro. 11: "El rojo")

¿Alguna vez os habéis preguntado el por qué de tanta diversidad en la significancia del rojo?

No se me ocurre un color más versátil que éste. Símbolo y metáfora de tantos y tan contradictorios conceptos que resulta difícil de comprender.
Rojo es el color del demonio y del infierno e “incomprensiblemente”  el  del hábito de ciertos poderosos ministros de la iglesia.
La violencia, la sangre,  y también la “mercromina” y la Cruz de los voluntarios médicos internacionales.
En el colegio es manifiesta señal de fracaso: los suspensos son rojos, las correcciones a las faltas de ortografía, los olvidos de las “llevadas” en las malditas restas, las desagradables notas a pie de examen. Y sin embargo es uno de los colores favoritos de los niños y muchas veces se le relaciona psicológicamente a su hiperactividad natural.
La manzana de Adán y las señales de prohibido y de stop.
El vino, las pecas, las quemaduras del sol, el cable positivo de un  sistema  eléctrico…
Las guindillas y las fresas.
Los labios sensuales de Marilyn y la lengua salvaje de los Rolling
Rojos se les llamó a los comunistas  y es no obstante el color corporativo de grandes imperios del capital como Santander, y Ferrari.
La letra escarlata del escarnio público cuando eras considerada mujer adúltera y la “mancha del honor” en las sábanas blancas de las recién casadas, símbolo de pureza y virginidad.
Si aparece en los ojos es un defecto de la  fotografía, si en las hojas, un aviso de la inminente llegada del frío y una muestra incontestable de la perfección de la naturaleza.
El fuego, la lava, el sol en el ocaso… Marte… Mercurio…
Los bomberos y los chalecos salvavidas.
Barbarroja y Nicole Kidman.
El color del amor, la pasión, el deseo, la alegría, el coraje, la ira, el poder, la ambición, la atracción, la vitalidad, a veces el miedo…
Los adornos de navidad y el traje de Papá Noel y también la máscara de la muerte en el cuento de Poe.
 El carmín barato de una prostituta del mercado de la Boquería de Barcelona y unos carísimos zapatos de diseño de Manolo Blahnik…
El rojo está en el cine, en la música, en la pintura, en la calle, en la gastronomía, en los sentimientos… y posiblemente podríamos seguir enumerando ejemplo tras ejemplo.
En ocasiones lo amamos, en otras lo odiamos a rabiar, pero lo cierto es que el rojo y sus incontables paradojas pocas veces nos dejan indiferentes.
Al fin y al cabo, la vida es en sí misma una sucesión de controversias. ¿Qué sería pues, de nosotros sin el “juego” que nos da la caprichosa mutabilidad del rojo?

miércoles, 28 de marzo de 2012

Sobre lo absurdo…


Un amor sin medida es un sofisma.
Un secreto entre dos, una falacia.
Un armario ordenado una utopía.
Un sol de medianoche un fugitivo…


Una estrella fugaz, una leyenda.
Una mesa vacía, un infortunio.


¿Un poeta feliz?   Un imposible.

jueves, 22 de marzo de 2012

Mestizaje


Rojo quería bañarse en el azul del mar. Pero estaba prohibido.
Una mañana tibia y amarilla, desoyendo todas las voces que le advertían: _”Si te mezclas con ese ya no serás el mismo”_ se adentró en la salada inmensidad de lo desconocido,  con miedo, pero con esa vibrante alegría que imprime la intrepidez a aquellos que se  atreven a dar el primer paso…
De aquella arrebatada unión surgió el violeta, el primer mulato de la historia.
Y como siempre sucede, a pesar de la resistencia de una minoría conservadora, el arcoíris fue solo cuestión de tiempo.

Publicado en "Léptica". En el número´de Febrero/2012: "El rojo"

domingo, 5 de febrero de 2012

Abandono

Te habías ido...

¡quién sabe desde cuándo
no estabas!

Tu ausencia se hizo inmensa
y me aplastó de repente.

No estaba la princesa
ni el palacio
ni el cuento...
No estaban en tus ojos
las flores del naranjo.

No te encontré en la aurora,
ni en el aire nocturno,
ni siquiera en el llanto doloroso de tu alma...
no escuchaste mi voz,
ni leíste mis versos,
no eras tu quien hablaba desde tu boca amarga.

No acudió el unicornio
al llamado del mago,
ni despertó la música
entre las rocas verdes...
No llegaron luciérnagas
a titilar la noche.
Tu aura de dolor  
se mutó en agonía
de toda la esperanza.

Y por si fuera poco
ni siquiera pude
decirte adiós
porque tú aún no sabes
que desde hace
tiempo no estás...

...que te has ido.

miércoles, 11 de enero de 2012

Desde la ventana


Seis de la tarde. Frío. Mucho frío. La madre y la niña comparten un momento de lectura frente a la estufa de leña. En sus ojos sonríe un sol amarillo.
La luz de la hoguera  se estira perezosa por las paredes y desfigura los rostros dibujando sombras fantasmagóricas por doquier. Hay olor a café y a galletas caseras.
Un rayo que cae cercano ilumina la calle devolviéndole a la tarde un poco de claridad. Segundos después el estruendo hace vibrar los cristales y los deja temblando durante un momento.  

La niña, curiosa, se asoma a la ventana, atraída por el ruido y la brillantez repentina del cielo gris plomo. Afuera, el chaparrón inunda caminos y zanjas, jardines y veredas. Hace dos horas que la tormenta descarga su furia sin pausas…  Apenas logra vislumbrar el jardín de la casa de enfrente. Sin embargo algo llama su atención: un chiquillo de apenas cinco o seis años, lucha contra el viento aferrado a un paraguas que pretende escapársele volando. Va sucio y descalzo. ¡Está tan delgado! Y no lleva abrigo…

La sombra se cierne sobre los ojos de la niña curiosa, se le cuela dentro y le estampa  una huella en su alma inocente.

Escrito para "Luces y sombras" de la revista Léptica (Nov. de 2010)