miércoles, 13 de junio de 2012

Antes de que te vayas...

                  Antes de que te vayas
quiero decirte
que junto a mi lecho aguarda
un libro hermoso
como tú me enseñaste
y que guardo celosa
uno de tus jazmines
en aquella cajita de jabón perfumada



Antes de que me dejes
quisiera poder gritarte
que por fin aprendí
a amar los instantes sencillos,
a disfrutar del sol y de la niebla, 
y a trabajar sonriendo.



Antes de que la muerte nos separe tal vez
quiero enseñarte
cómo suena mi casa
a que huelen mis tardes
cómo sabe el pan blanco
amasado en mis manos.


No quiero que te alejes sin saber
que he aprendido a coser
y que aún salto, a veces, a la cuerda.
No me dejes sin verme
alisando el mantel
apagando las luces antes de ir a la cama.
Por favor, no te vayas
sin haberte sentado a mi mesa,
repleta de tu ausencia,
no te alejes sin más
antes de que te enseñe mi última poesía
esa que es para ti, y
que ni siquiera se acerca a tu excelencia
pero que a veces repito,
y entonces se me llena
la mirada de llanto.


Permíteme que duerma sabiéndote a mi lado
solo por una noche
cuajadita de estrellas.
Deja que te atormente una vez más a preguntas.
Comparte mis recuerdos aunándolos al pozo
de tus propios recuerdos.
Aparece una tarde llenita de sonrisas
y contágiame el llanto
de la alegría intensa con que oficia el reencuentro.


Antes de que la vida decida separarnos
otra vez sin remedio,
unamos nuestras manos recorriendo la senda
que serpea en el monte de una montaña inmensa.
Contemplemos la lluvia de flores
que nos baña cuando nuestras miradas
se encuentran en un punto del ocaso naranja.
Nazcamos a la tierra
con una vida nueva
que comience en el sitio en que nos encontremos
si no por un instante…

Y hagámoslo infinito. Antes de que te vayas.