domingo, 6 de mayo de 2012

Espejismo




Puedo amordazar mi alma para que no escuches sus gritos,
inventar una represa que contenga mis lágrimas
aunque mi corazón se ahogue en ellas irremediablemente.
Puedo construir una muralla alrededor de mi dolor,
¡tan alta! que no deje pasar la luz ni escapar las sombras.

Puedo secuestrar cada suspiro,
estrangular cada palabra con sabor a reproche,  
confiscar todo atisbo de tristeza
si eso te hace pensar que así es como perdono.

Puedo fingir la dicha que he perdido
e improvisar deleites de ficción
si ese es tu empeño.

Yo creía  que tal vez el perdón
fuera recoger uno a uno todos los trozos de mi alma
y,  aún desecha en mil pedazos
volvértela a entregar.

Pero soy tan imperfecta que quizás hasta en eso, me haya equivocado.

No hay comentarios: