jueves, 12 de diciembre de 2013

Para no extrañarte



Para no pensarte abro los ojos
y me obligo a mirar esta ciudad
desnuda de tu sombra.

Para no nombrarte me golpeo
las ganas con el frío de un
adiós sin fecha de caducidad.

Para no tenerte
anclado entre las cejas
arrojo los recuerdos a un vacío
sin nombre y sin estrellas.

Para no extrañarte
repito que no existes,
que no eres,
que no aguardas, que no estás.
Y entonces como nunca,
más que siempre,
te echo en falta.