lunes, 4 de abril de 2011

Metempsychōsis

Caminé hacia el ocaso vertiendo huellas de pegajosa amargura,
pisando la hojarasca sin piedad ni conciencia,
salvando el temblor fronterizo de la tierra mojada,
buscando sin honor ni entereza
la salvación improbable en un Dios despiadado.
Mis ojos amarillos se vengaron del cielo y se cerraron,
no quise ver, no pude,
y escondí mi verdad entre los pliegues ásperos
de la túnica oscura que me ofreció el silencio.
Toda mi soledad se hizo universo,
exterminio mi polvo,
abandono mi rabia…
vino de ajenjo, arpón, larva de tumba…
La metamorfosis definitiva me alcanzó desnuda
mientras me agachaba para vomitar mis miserias
tras el tronco de un árbol desconcertado.

La muerte cara a cara es un alivio
Siempre y cuando la vida se retire… pero no así,
muertos y vivos.
Siempre muertos y vivos.

(Escrito en Marzo de 2011 para "Léptica" en su obsesión nro. 6: "La Metamorfosis")

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