Sea mi soledad el único tributo
al Dios Obstinación y sus sicarios,
guárdeme Maya de ejercer su magia
sin abolir la ralea de los que
engendran esclavos.
Sea mi soledad ¡tan merecida!
una forma de vida con la muerte
hasta que cambie el viento
y sople desde el sur
deshilachando brumas,
barriendo nubarrones en mi orilla.
Sea una vez y otra,
la primera,
y descúbrate más allá de las montañas
ávido de ternuras tempraneras
expectante y rendido a los ritos de amor
que te enseñare.
Sea el aliento helado de la muerte
el que de vida a las llamas que se aúnan
para forjar la perfección del cosmos
en que nos transformamos …
Sea tu soledad también la mía,
y encuéntrense las dos para extinguirse
entre tu cuerpo y el mío entrelazados...
Sea. Y cuando haya sido,
entonces,
hagamos un paréntesis...
¿Serías capaz, amor,
de penetrar mi alma deshabitada,
y poblarla de estrellas?
1 comentario:
Profunda poesía...
Un abrazo.
HD
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