domingo, 4 de diciembre de 2011

Nos vamos muriendo



Nos vamos muriendo
con cada soplido,
consumiendo  en vida
como la hojarasca podrida
del monte,
morimos tan lentos
que sin duda alguna nos creemos vivos,
¡necios!
cirios derretidos
de cera amarilla
por el fuego fatuo de los días lerdos.

La vida nos pasa sin dejarnos huella,
no hollamos la senda porque nos perdemos
en vanos caminos de lutos por nadas,
guerreros vencidos antes de la lucha,
que dimos perdida sin desenvainar
siquiera la espada.

No mires tan lejos que la muerte ronda
tu pecho desnudo
y acecha en tu almohada de los sueños rotos.
La muerte la llevas prendida en la falda,
dormida en las manos,
devorando instantes que pierdes pensando
y soñando que vives...
Carcome tus huesos,
se ciñe a tu espalda,
dibuja amapolas que son de ceniza
para que claudique la luz de tu alba.

Mueres porque quieres.
Eliges la muerte del dolor y el miedo
sufriendo sin causa
¿no ves que te llena los ojos de niebla 
para poseerte ciego y engañado?

Nos vamos muriendo con cada segundo
nuevo,
acompasado;
nos vamos gastando
como acantilados golpeados sin tregua...
y nos apagamos
sin quemar las horas que nos regalaron.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ME GUSTO MUCHISIMO.