sábado, 26 de noviembre de 2011

Cuando llegaste


A Laura, que llegó,                
y por suerte, se empeñó en quedarse



Abril.
Se encorva el paraíso
cargado de “coquitos” marrones y arrugados,
avasallado y roto por el viento del sur.
Se escapan las cometas de las manos chiquitas
a recorrer el cielo
cuando el hilo no aguanta.



Se arremolinan rojas, naranjas, amarillas
las hojas huídas de las parras
en el patio de atrás de nuestra casa.
Teje la tarde gris
un rebozo de cirros en el cielo azulado…

Abril,
inconfundible abril de nuestra tierra,
empapado de lluvias y olor a pan caliente.
Se despereza el cedro a la mañana
si se ha calmado el viento,
y acuden los redondos panaderos
volando
a despedir golondrinas…

Fue en Abril cuando llegaste a mi vida.


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