Estío,
medianoche.
La
brisa balancea
levemente
el cedrón
perfumándonos
el aire.
La
casa se estremece frente a tanto silencio.
Dos
jirones de nubes
inmóviles
observan, como tú,
las
estrellas...
Buscas
en nuestro cielo
no
sé que raro misterio...
Mis
ojos te acompañan en ese extraño viaje
mientras
descubres seres rondando el infinito.
Tu
mano distraída va dibujando lunas
en
la piel de mi espalda
bajo
el blanco vestido.
¿La
ves?
Aquella
es,
apenas
reclinada sobre el negro horizonte,
la
que antaño fue guía generosa y espléndida
de
arrojados marinos,
la
que señala el sur sin titubeos...
¡Qué
maravilla esconde su aura
luminosa,
sínople
y plata!
(Oigo
tu voz quebrada
rendirse
ante tanta rutilante belleza)
Contémplala,
mi amor,
contémplala
sin tregua ni final,
esa
es la Cruz del Sur,
mi
Cruz del Sur.
Mírala
eternamente desde el sueño
porque
cuando despiertes
volverás
a perderla una vez más...
volverás
a saber
que
ya hace mucho tiempo
la
hemos abandonado.
1 comentario:
Estebes un excelente poema de Nahir en el que muestra su gran calidad para hacer de las palabras un mundo que se rompera pues está creado con su amor.
Este lo quiero tambien junte los otros. ya está listo. id.
Publicar un comentario