(A mi padre, que levantó esa casa con sus propias manos)
No vengas hacia mí prendida en los faldones del
recuerdo,
agazapada y muda como paren capullos
las rosas en
los parques,
no vengas con el sol, perfumada de lilas y jazmines,
no regreses al mar de mis ojos cansados y desiertos.
Tu simple aurora fue discreta de naranjas y rojos
ceñidos a mi hogar, que era jardín y arena y
mariposas,
eran ayer tus parras y tus muros
refugio de mis juegos y mis lágrimas,
olías a ruda y a cedrón…
estallaban las siestas al estruendo del aire
caluroso…
No regreses ahora que me he acostumbrado a no
pensarte.
Si ahora vuelves,
si vuelves
con tus paredes grises
a ocupar en mis ratos vacíos de la tarde
el lugar que guardé una mañana antigua
a tu imagen preciosa,
reviviré el dolor del día en que de ti, me
arrancaron temblando,
y volveré a morir de tristeza…
volveré a abandonarte
y después,
ya no habrá guarida donde esconder la certeza
de que entonces, te perdí para siempre.
1 comentario:
La casa es un poema cuyos senderos nos hablan de una gran poeta pues maneja el idioma con una facilidad y calidad asombrosas.
Durante dos años no la pude ubicar debido a ciertas envidias de alguna persona bastante nefasta. Creo que Nahir se dio cuenta y decidió alejarse de tal persona,Tengo en mi poder su poema "La Mitad" de gran factura. Por este poema la he buscado.
Carlos Ordenes Pincheira
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