Sueño que emigro al sur volando sobre los campos.
Me
deslizo solemne, elegante, gallardo…
atravieso andrajos de nubes, expandiendo mi espíritu.
Mis alas reman
cadenciosas buscando tierras nuevas.
No
hay fatiga capaz de detener este anhelo de llegar
a misteriosos bosques
perfumados de sal y sabia
nueva.
En mis genes palpita la pasión de encontrarlos.
Acunado en quimeras me
duermo en pleno vuelo…
Despierto.
El cielo ha desaparecido, y las nubes y el viento…
Ya
no soy pájaro, no, soy un hombre.
Voy
viajando en un tren hacia tus brazos.
El
tránsito hasta ti es un largo destierro de soledades turbias
que
avanza pertinaz sobre argentas serpientes,
urgente
de tus labios, palpitante de gozo anticipado.
Y como cuando era alado y emigraba…
sé
que solo he nacido para hallarte.
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