He contemplado la muerte
rondando por mi casa,
se cierne sobre el aire que se agita
justo encima de mí...
no sé si lo que busca
es asustarme
o untarme de tristeza,
o si jugar tal vez,
a que la veo
y ella me ve
y me acecha,
mas no puede tocarme.
Tal vez crea que roba aquello que más quiero
y no sabe que nada de lo que ha sido mío
podrá jamás asir entre sus garras,
que no tiene poder para arrancarme
ni un soplo de mi amor,
ni un átomo de sueño,
ni una mísera pizca de mi arte...
Ella cree que roba,
y se ha llevado
pedazos de mi ayer,
de mi mañana...
algunos trozos rotos de un espejo,
una lámpara gris que ya no alumbra...
y unos cuantos pinceles empastados y viejos.
Cree que roba y ríe silenciosa
se regodea en sus malditos triunfos
pero no sabe
ni siquiera intuye
que lo que se ha llevado
aún lo sigo teniendo.
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